Alicia Urda en La casa de la lectura, Segovia. Hasta el 13/02/22. Pintura y escultura
“Alicia Urda…Soledad acompañada”
Aquí os dejo mi texto crítico sobre la exposición realizada por la veterana artista Alicia Urda en La Casa de la Lectura-Biblioteca Municipal de Segovia, y que se puede visitar hasta el día 13 de febrero del presente año, cuyo titulo es ‘La soledad de la naturaleza’ :
Imagen de la artista en la sala durante la inauguración,
junto al concejal de Cultura, Alberto Espinar - Foto: D.S. Prensa, fuente
"El día de Segovia" digital.
“Nunca sabemos el misterio que puede encerrar la mirada sobre las cosas cotidianas (no por eso fútiles o banales) o las más trascendentales o espirituales, de determinadas personas…
Y la mirada de Alicia sobre el paisaje, la naturaleza y el ser humano de paso, en las pintura y esculturas que presenta en esta exposición “La soledad de la naturaleza” es un ejemplo de que no podemos dejar de sorprendernos, para bien, en más ocasiones de las esperadas,… afortunadamente.
Alejada del mundanal ruido las más de las veces, encerrada por propia voluntad muchas en su estudio, que tiene vistas hacia el espacio infinito del campo que rodea Segovia, esta pintora, profesora y restauradora de bienes culturales nos presenta una muestra coherente, compacta y persuasiva……, esparciendo esa mirada de la que hablé al comienzo, y los demás sentidos, por las tierras y cielos del norte castellano.
En este contexto, importante para la artista, Alicia se recrea en la observación casi analítica, llena de reflexión, intuición y profundos sentimientos, para cogernos de la mano y hacernos partícipes del silencio…, de la soledad buscada…, de la inmensidad concreta, detallada, minuciosa, de la Naturaleza.
De forma casi asceta, nos enseña a mirar de nuevo esa naturaleza que nos empeñamos en destrozar día a día, minuto a minuto, como si tuviera una bomba de relojería atada que no puede (o eso parece) frenar su cuenta atrás…
A través de estas imágenes del paisaje en primavera, verano y otoño, con brotes de verdor y algo de ocres aquí y allá…se nos sumerge en un personal y delicado mundo donde la Naturaleza grita por su supervivencia…
Prevalecen los árboles de ramas secas, en realidad muertas, troncos enroscados de nudos eternos, añejos, bellos en su rusticidad y franqueza, exhibidos a base de manchas de luz…, con una paleta fría en gran parte, pues es el mañana lo que la autora toma normalmente, y más cálida en ocasiones.
Con pincelada resuelta, minuciosa (admiradora de Sorolla, y se nota), o espátula para esparcir mejor esos destellos luminosos,…la obra de Alicia se recrea en un mundo interior de lo exterior, nítido… y resuelto a mostrarnos su verdad.
La imagen que abre el tríptico, un paisaje del Otoño, con el venado muerto en primer plano de forma desoladora, y que quienes asistáis podréis ver …, es toda una declaración de principios (su modo de vida y su obra lo avalan) y del significado de la exposición: está dedicado “al cambio climático y al efecto que tiene en la naturaleza. Entre la soledad de la muerte y la belleza de sus formas” como indica ella misma.
Los protagonistas de estas obras, los troncos desnudos de las pinturas y los personajes enraizados y sin rostro sobre la tierra en forma de bola de su serie de esculturas en barro (que me apasionan a la par que intimidan) son un grito de ¡Basta! Ante tanto maltrato al ecosistema que habitamos…
Las esculturas de arcilla, modeladas y vaciadas, y piezas únicas, en barro rojo y blanco (en parte esmaltados) representan “La condición humana” y no tienen rostro porque no desea ver ni escuchar, pese a que salen de la tierra, o un tronco y sus manos son raíces, siendo una metáfora de que lo que rechaza es lo que necesita para vivir a su vez…
Tanto sus paisajes como los seres arbóreos muestra los principios de su estética: el Realismo…, que oscila hacia el realismo mágico en otras ocasiones (mirando obras de anteriores etapas).
Aunque la contemplación de las primeras obras que me fue mostrando Alicia para esta exposición, me llevaron a la Escuela de Barbizon, por los paisajes al óleo y su pincelada suelta y tonos más cálidos, también vi en sus tablas, de gran detallismo y trabajo, los tonos y cielos de los paisajes ingleses y nórdicos de la pintura decimonónica (amaneceres sobre el mar o los acantilados alpinos de tonos fríos, donde las ramas pueden casi tocarse o sentir el frío húmedo del mar…); donde busca unos cielos a base de blancos limpios para que no se manchen, a través de una depurado proceso de dejar secar parte y luego ir aplicando el color de carmines, azules, etc., paso a paso, pieza a pieza…
Y no es de extrañar su estética presente, porque en su obra anterior sabemos de la admiración que Alicia siente por el realismo español de los años 60, de la Escuela madrileña, con Antonio López, María Moreno o Isabel Quintanilla, y vemos cómo trabaja cada pieza con enorme solvencia y amor, viniéndome a la mente la frase de Santa Teresa: “También entre fogones anda dios ”, para señalar que en lo pequeño y sencillo, aparentemente, está lo bello, y hasta sublime muchas veces…
Así pues, estas 15 obras, óleos sobre lienzo y sobre tabla, y las 4 piezas escultóricas, nos darán cuenta del trabajo que Alicia Urda ha realizado en los últimos tiempos en estas obras que nos atraparán por la excelente técnica y también por su temática .
Os invito a pasaros por su exposición, y espero que Alicia, una persona que, con aspecto de que en cualquier momento puede desvanecerse en su delicada semblanza y creatividad, es acogedora y decidida, siga llenando paredes y espacios de salas donde se quiera percibir, sentir y experimentar una mirada auténtica y comprometida con el arte, la vida y la Naturaleza…
Esta naturaleza que está en la esencia de todo y que por ello…debemos respetar, cuidad y amar más de lo que hacemos ahora…
Gracias, Alicia, por brindarme la oportunidad de pensar contigo, y extasiarme en los detalles de lo pequeño para ver lo grande…”
Maribel Úbeda
Almería , 2021
Izquierda: Imagen de prensa digital, fuente: “El Adelantado”, Segovia. Imagen de Nerea Llorente. Derecha: Invitación a la exposición.
Carrusel de fotos expo en El dia Segovia imagenes de Rosa Blanco
Bio de Alicia Urda
Su vinculación con las artes es fuerte y viene de atrás, desde la adolescencia empezó a realizar cursos y a moverme en círculos artísticos (durante varios años en el círculo de Bellas Artes de Madrid, realizó dibujo al natural de desnudo).
Finalizado el bachillerato realizó la especialidad de “cerámica artística y murales” en Segovia en la Escuela de Artes y Oficios en la “Casa de los Picos” de Segovia; donde tambien asistió a las clases de pintura artística de Lorenzo Tardón y Muñoz de Pablos; en escultura con José María Moro; en moldes de escayola con el especialista Feliciano, y por último, marionetas con el profesor Peralta.
A posteriori formó, junto a otros compañeros, el grupo “Lizo y Chamota” dedicado principalmente a la enseñanza artística, además de la realización de exposiciones.
Dirigió durante cuatro años las actividades del Campo de Trabajo Internacional en el Castillo y la Torre de Coca (Segovia).
“A partir del 2000, comenzó a realizar colaboraciones en restauración, tanto en instituciones como para particulares. En el 2001 trabajó en la restauración de la sala de la Galera en el Alcázar como colaboradora y es este momento es cuando decidió estudiar restauración. Años después estudió en la escuela de Ávila como diplomada en restauración de Bienes Culturales en la especialidad de arqueología; posteriormente realizó diferentes especialidades para profesionales en la Fundación de Sta. María de Albarracín (Teruel). Entre los años 2014-2018 perteneció al grupo de restauradoras de Arte Urbano del GEIIC. Actualmente se dedica a la restauración, a la impartición de clases de pintura y la realización de encargos, especialmente, de retratos”. (Bio resumen de D.S. en El día de Segovia / digital. 23/12/21)
Enlaces de la exposición en parte de los medios:
Tríptico de la exposición en sala
El día de Segovia. Alicia Urda expone en La casa de la cultura