mayo, 2015

Doroteo Arnáiz, el hombre que observa, el artista que trabaja…

mayo 30th, 2015 mayo 30th, 2015
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Aproximación a Doroteo Arnáiz… (Parte I)

  El grabado (arte mecánico?) tiene su potencial más original en la matriz. Cada prueba de estado representa una obra-testimonio (que otras artes como la pintura o la escultura no pueden obtener).   Doroteo Arnáiz.

CARTEL-DoroteoArnaiz (Globulart)
             

“DOROTEO ARNÁIZ, Obra Grabada”, es la exposición que podemos aun disfrutar en la Galería Acanto, en Almería, hasta el 6 de Junio de 2015 (inaugurada el 24 de abril)…

              …pero antes de adentrarme en ella, debo decir que me alegra volver a escribir, aunque publique esto tan “tarde”, sobre una exposición de Acanto, lugar especial para mí, donde respiro Arte…, aguafuertesaguatintas, punta secamezzotintas o manera negra (como ahora, con las obras de Doroteo inundando el blanco de las paredes acantianas…), y donde, no me da miedo decirlo…, soy Feliz!…, ya está, lo he dicho…

                Y…bueno, tras este arrebato de emoción…, diréis… ¿ahora cómo vamos a tomar en serio a esta mujer, o este post, cuando nos dice que tenemos que ir a esta Galería a ver la obra de Doroteo Arnáiz? (por ejemplo), no será nada objetiva…

…mmm…Pues bien, últimamente me pregunto… (es mi defensa):…¿es necesario ser Objetivo al hablar de Arte?, ¿para qué ser “objetivo” en el Arte?, Bueno, sí, al dar los datos del artista sí, su trayectoria hablará por sí misma…, al evaluar la ejecución de las técnicas y forma concreta, composición, color, etc…, si…, se puede y se debe ser objetivo, por supuesto!… Pero al analizar una obra, hay más que la obra en sí misma como objeto, como producto o producción material…, está todo el contexto desde que se ideó, está la trayectoria del autor, está el conjunto de obras a las que pertenece y el momento socio-político y hasta emocional (claro!) en que se concibieron, y luego, algo que solemos olvidar, el contexto en que se ven estas obras, qué sabes del artista, o de Arte o un movimiento artístico concreto, y hasta cómo estabas al ver la exposición, al recibir las obras, cómo lees sus mensajes (si lo tienen…), etc., etc…Vaya!, parece que ya nos vamos metiendo en el terreno de lo subjetivo, verdad?…

Podremos analizar con más frialdad la iconografía de la obra, hacer su ficha técnica,… pero la parte iconológica[1] está ahí tambien.

                Y ya entrados en harina… ¿Qué me cuenta a mí Doroteo Arnáiz, hoy ¿…qué me dice?,…pero sobre todo ¿qué siento ante la obra de Doroteo?… Todo esto me pregunto (junto a los cómo, por qué, de dónde…cuándo?) al contemplar la extensa obra de este maestro en el grabado (dato objetivo).

                Doroteo, buscador de sensaciones, de imágenes, parte creadora en la historia del arte, hacedor de su propia iconografía, coleccionista de la obra de otros, difusor del grabado, profesor (por un tiempo), comisario o director de Calcografía Nacional…, en París, en Madrid, en A Coruña, en Almería…Todos estos Doroteos en uno, se me antojan, a primera vista, como el conjunto de un artista vitalista, un gourmet del grabado y el arte…, pero luego, al pensar y analizar un poco más su obra, se permuta ante mí, como sus propios trabajos, en un artista solitario e introvertido, algo que me resulta extraño atendiendo a su extensa  trayectoria vital y profesional, tan activa en misiones artísticas…Así pues, este artista, pintor, grabador y también escultor,…¿cómo crea,…quién es?… ¿Exterioriza esta obra al artista,  a modo de chamán o medium?, ¿o es el artista quien doma y saca la obra que él quiere de principio a fin? Dicho de otro modo…: ¿el artista muestra su obra, o es la obra la que muestra al artista?…¿quién crea qué, o a quién?…

… de una manera u otra, seguro, confluyen ambas a la vez. Es la quinta esencia del arte. Ni siquiera planteo el dilema, pues imagino que todo ocurre y concurre cuando el artista controla sus técnicas, las conoce y las mima, cuando realiza sus ideas a través de sus inquietudes y se realiza, no solo como artista, sino como proyecto vital, como persona.

                Desde que comenzó esta exposición, he ido recopilando toda la información básica, sobre las obras (las vi en persona antes de su inauguración!), sus fichas técnicas, el inmenso CV del autor…, he buscado imágenes de otras producciones, textos que sobre él se han escrito, y algunas frases por él citadas, y me he ido formando una idea sobre su trabajo y figura… Pero al llegar a un punto…me he plantado y preguntado, minimizada, ante este Universo Arnáiz plagado de distintos mundos: ¿qué puedo aportar-explicar yo sobre él, si está “todo” dicho…!

Acobardada ante la magnitud de la obra y recorrido de Doroteo Arnaiz, pese a mis numerosas notas y hasta el intercambio de una pequeña entrevista con el autor y con la galería, con mis miedos y titubeos, intento partir, al menos formalmente, de lo que  Emilio Fernández (gerente de la Galería Acanto) comenta sobre Doroteo al presentarlo:

“Todo un referente dentro del mundo del Grabado en Europa (…). Inmerso de lleno en las distintas corrientes de la vanguardia europea (expresionismo, informalismo, pop, arte conceptual) tanto en su obra pintada como en la grabada, realizada esta última entre 1960 y 2000, mantiene de principio a fin gran coherencia y unidad visuales y conceptuales, a pesar de su evolución estilística. Su constante y leitmotiv: una inquietud existencialista, la búsqueda de la esencia humana, la reflexión sobre la inmutabilidad de la condición del hombre, pese al aparente progreso externo.
En esta ocasión veremos obras de su primera etapa, años 60, con una figuración próxima a la abstracción, de gran lirismo. Un bloque de obras de los años 70, de estética  Pop, en muchas de las cuáles re-interpreta obras clásicas de  los  grandes Maestros de la Pintura, con la presencia en todas ellas de un singular espectador, uno de los símbolos más característicos de su personal iconografía,  la silueta de un hombre sentado en actitud de espera, que crea a finales de los 60, presente en gran parte de sus obras hasta 1974, representación de un yo interior contemplativo y esperanzado de un modo escéptico y laico. Por último las obras de los años 80 y 90, en las que mediante la técnica de la manera negra, nos ofrece elegantes  y delicadas composiciones, marcadas por la síntesis y la economía de elementos, apoyándose en las sutiles luces obtenidas rascando levemente sobre los fondos negros.(…)”.
                 Emilio Fernández (fragmentos del texto de presentación para la actual exposición)

Así que como el propio Arnáiz preconizaba en su frase: “Creo que el oficio de un arte es muy importante conocerlo en profundidad, para después… “olvidarlo”. Lo que  quede, después de olvidar lo aprendido, puede que sea aquello que se conoce como maestría”, intento olvidar los datos escudriñados, y opto por contar lo sentido…, y retomar mis primeras impresiones  dejando un poco de lado tanta anotación y los borradores…, y creo que será mi visión, subjetiva, sí, lo que tendréis aquí.

…Continuo en siguiente post, Parte II

…………

[1] Erwin Panovsky, padre de la Iconografía-Iconología como método para entender las obras de arte a lo largo de la Historia, en su artículo “La Historia del Arte en cuanto a disciplina humanística“, nos dice que el estudio iconológico de las obras , en su contexto cultural, nos explica las obras, como parte de unas coordenadas espaciales y temporales, y que  el papel del espectador, como el historiador (o crítico, teórico  e incluso el observador no entendido), nunca es “ingenuo”, sino que se enfrenta a la obra con unos presupuestos culturales para poder alcanzar su “significado”. De ahí (y esto lo explica mejor en recomendable artículo “Iconografía e Iconología: introducción al estudio del arte del renacimiento“, extrapolable, al menos para mí, al resto de etapas de la Historia del Arte) la importancia de un estudio a varios niveles (o capas) de la obra, desde su forma (un análisis formal) hasta su historia y contexto lo iconológico (o sea, desde el encargo o realización hasta el lugar que ocupa mientras observamos y devenir), pasando, claro, por el estudio iconográfico de la misma (el significado que atribuimos o se atribuye a esas formas en la obra según su paso por la Historia del Arte)…

Aproximación a Doroteo Arnáiz… (Parte II)

mayo 29th, 2015 mayo 29th, 2015
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Aproximación a Doroteo Arnáiz… (Parte II)

(leer Parte I, Doroteo Arnáiz, el Hobre que observa, el artista que trabaja)

                Me retrotraigo a la primera vez que vi ante mí gran parte de lo expuesto ahora (32 obras seleccionadas entre el artista y Emilio, de unas 300 obras catalogadas en total…) y recuerdo que me quedé anonada, primero con la manera negra de sus Orquídeas, en sus diferentes estados y cómo las iba sacando de la luz hacia la oscuridad…! Sí, precisamente lo contrario de la imagen preconcebida sobre el artista (sacar a la luz las imágenes cual Miguel Ángel,  liberando los volúmenes y cuerpos de la piedra…).

Orquidea Kabuki 1991 (estado I)Orquidea Kabuki 1991 (estado II)Orquidea Kabuki 1991 (estado III) Orquidea Kabuki 1991 (estado IV)

(Estados I, II, III y IV de Orquídea Kabuki. Manera negra y punta seca. 1991. Doroteo Arnáiz)

Doroteo, al revés, introduce en estupendas sombras la luz de sus personajes, para presentarlos a escena; pero esto sólo en su producción de manera negra y punta seca…sobre la que Emilio Fernández me cuenta:

Considero que Doroteo encuentra en la manera negra la técnica ideal para traducir visualmente la filosofía Zen que sigue y vive desde que entró en contacto con ella a finales de la década de los 60 en París. No creo que haya otra técnica que permita una simbiosis más lograda entre forma y fondo, para plasmar visualmente el concepto Zen que el autor tiene tan interiorizado. El equilibrio y la tensión entre luces y sombras, entre negro y color, entre lleno y vacío, que tan certeramente están presentes en estos grabados de Arnáiz, son la expresión máxima de la filosofía que le impulsa a crear. (seguir su explicación aquí [1] ).

Y el mismo Doroteo, al preguntarle qué le atrae de esta técnica, me dice:

Fue un autodesafío en dos partes, la primera dominar la técnica de forma ortodoxa, la segunda desarrollar otra posibilidad más libre y personal no abordada hasta ese momento. Ese núcleo de obras lo presenté en varias exposiciones con el título de “Opus nigrum”.

 Interesante lo que me explica, porque,  literalmente, el título que eligió la primera vez que trabajó en esas producciones “a la manera negra” se refiere a “obras en negro”, pero me asalta a la cabeza la magna novela de Marguerit Youcernal, y su personaje Zenón,  el alquimista que buscaba  la Gran Obra, donde opus nigrum significaba, según los tratados alquímicos, la fase de separación y disolución de la sustancia, la fase más difícil de esa Gran Obra… Muy revelador…, creo.

Las Orquídeas, la Strelitzia, los Cardos o sus fases de estampado en Ogi y Kumade[2] (ya los nombres de las obras, plantas de exótica belleza o utensilios rituales, nos atraen a un estado especial) son trabajos de una hermosura arrebatadora (y de un tamaño, algunas de ellas, considerable además) que me impactaron desde el primer momento…, pero cuando aparece un Caballero de la mano en el pecho sobre fondo anaranjado óxido, y otro similar, sobre fondo amarillo, taqueado de pequeños hombres sentados de perfil…y, más adelante, descubro a ese mismo personaje sentado, en grande, ocupándolo todo…, ahí, sobre un fondo negro y amarilla superficie, de una fuerza arrolladora…me quedo boquiabierta…

Otra Espera 19719 Greco (Permutable III) 1972 (Medium)Caída de símbolos IV 1974

(Otra espera, Greco, Permutable III y Caída de símbolos IV; años 70, aguafuerte y aguatinta.)    

Impactantes! Las tintas planas recorridas por mis dilatadas pupilas se intercalaban de imágenes reconocibles…, Rembrandt…Vermeer?…, Goya!…, no voy a describiros todo (tendréis que ir a verlo o pinchar el enlace a la web de Acanto)…



2 Iván el Terrible 1961(Medium) 3 Las Estrellas 1961 (Medium) 1 Cíclope ok 1961 (Medium)

(Ivan el terrible, Las estrellas y Cíclope; años 1961. aguafuerte)    

Decididamente, hay un buen muestrario de lo que Doroteo es capaz de percibir y exteriorizar…, con diversos estados de Arnáiz a conocer: el de las mezzotintas y punta seca de los 90, obras desde un posicionamiento Zen (claramente) con la recreación de los sentidos; el de los inicios (años 60), también muy interesante, de una marcada tendencia expresionista, unas veces más figurativa y otras más abstracta, de rotundas formas y sencillos (quizás) mensajes, como Iván el terrible, el Cíclope o Las estrellas…., y el más pop (década de los 70), donde el color lo invade todo, pudiendo llamarlo incluso… expresionismo pop, y donde homenajea a sus referentes los grandes pintores clásicos, los Maestros por excelencia…, los que nos siguen enseñando Todo (aun más ahora que en sus propias épocas).

Es la estética pop, de la que hablaba más arriba, donde trabaja principalmente con aguafuerte y aguatinta (técnicas también “clásicas” por antonomasia, ilustres y de pura tradición de la estampa) y es donde construye a uno de los Personajes principales de sus escenografías posibles, ¿quizás su alter ego?: el hombre sentado de Otra espera…, en el que presentimos al Artista… que observa…

Lucien Curzi[3] describe así a este Hombre del perfil sedente:

” (…) El personaje en reposo: dibujado, pintado, grabado. Ni ostentación de elocuencia, ni pretensiones, ni arrogancia. Está hecho de lo que observa. Asiste desarmado a un espectáculo sin origen ni fin. (…) De esta manera, el arte del hombre sentado nació de una incoercible disposición a meditar. Y se acompaña de ironía cruda y mordaz. Mirar en otra parte es también un modo de civismo, una manera de alejarse para comprender mejor, en aparente indiferencia. (…) “

(fragmentos seleccionado para la exposición)

…Y bien,como este hombre que espera (imagen insignia de la exposición, y que en principio identifiqué con un Hitchcock, por mi eterna atracción hacia el cine y el cómic), yo contemplo y espero a Arnáiz a mi vez,…y encuentro a un exquisito grabador de imágenes, un experto de las técnicas de estampar ideas, pero además…, a un comunicador. No puedo dejar de lado esta sensación…, sus obras me cuentan pequeñas historias…me hablan,…de distinta forma (estética, técnica y contenidos), pero lo hacen.

…Continuo en siguiente post, Parte III

…………

[1] Continuando con la explicación de Emilio Fernández sobre la manera negra: “Es poco habitual encontrar autores que trabajen esta técnica. Realmente con ella se consiguen efectos visuales muy especiales, que sólo esta técnica permite obtener. Los claro-oscuros, la sutileza de las luces, las aterciopeladas texturas, confieren un halo de misterio y magia a estas obras. Doroteo lleva la técnica a elevadísimas cotas de calidad y expresividad. Sus grabados a la manera negra son de extraordinaria delicadeza y sensibilidad, sirviéndose de su gran dominio técnico y su maestría en este campo para componer desde un sentir Zen, elegantes, armoniosas, equilibradas y sutiles estampas, de gran belleza, que invitan a meditar, y a entrar en un estado de paz”.
Sobre la técnica de la manera negra o mezzotinta aquí enlazo alguna referencia, como la de la interesante página de BNE (junto con la explicación de otras técnicas).
[2] Palabras japonesas: la primera (Ogi) significa  Adorno para el peinado, en forma de abanico, y la segunda (Kumade), significa Rastrillo,  pero como amuleto de la buena suerte.
[3] En su artículo: “Arnáiz, sentado en su verdor, de pie en su lentitud”.