Algunos irán, o iremos incluso, a pasearnos por ARCO, no para comprar, claro, pero tampoco para poner el grito en el cielo por el arte contemporáneo (hasta ahí podíamos llegar), ni para alabar a la organización o a acontecimientos así…, pero no por animadversión, simplemente porque no es necesario.
En fin, para mí en estas fechas siempre viene el dilema…, estudié historia del arte, estudio aun historia del arte (desde una perspectiva ya no academicista, sino por voluntad propia, para comprender el arte actual, y para comprender el anterior…), busco obras, busco a los creadores…busco lo que quieren decir y lo que dijeron o les dejaron decir… Y normalmente de los artistas que puedo ver y estudiar algo, se puede sacar una norma fija: un día expusieron, o exponen, (o se les expone…), o estuvieron o están en el mercado.
Esto lleva plantearse muchas cosas…, pues no es lo mismo el arte anónimo de la edad media, que el arte en el Renacimiento o el Barroco, hasta nuestros días, claro. Algo que los detractores del Arte Contemporáneo ni se plantean y punto…son así de listos y estetas…(y esto da para otro post, por supuesto, a ver si me pongo…).
La relación entre público (comprador directo, mecenas aritócrata o eclesiástico -y como mucho sus feligreses-) y obra, no se modificó apenas hasta la aparición de la burguesía. Pero la relación entre público, comprador, crítica, exposiciones (salas, marchantes, galeristas, intermediarios, gurús, etc…) y la Obra-artista…si ha cambiado desde fines del siglo XVIII.
Con la muestra de la obra artística en boga en los primeros salones, para que la pequeña y alta burguesía pudiera ver y adquirir obra durante el XIX, y hasta las primeras vanguardias, donde esto se intentó poner en tela de juicio (y nunca mejor dicho lo de tela, y fotografía, y objetos, recortes, móviles, etc., etc…) e incluso cambiar…, se abrió un camino que hasta ahora ha sido dificil o imposible variar…pese a los intentos.
Por qué?…porque finalmente la obra de arte se ha terminado por cosificar, han (o hemos) tirado la toalla casi por completo.
Y podría escribir páginas y páginas de papel o de blog sobre este tema, en contra, a favor, su por qué, sus pros y sus contras…pero vamos a centrarnos en ARCO y los sentimientos ambiguos que (me) provoca (y digo ARCO porque tengo “cerca” el poder asistir, pero en realidad me refiero a cualquier gran o pequeña feria de exposición de obra en mercado…).
Si estoy (y lo escribo para quienes sientan como yo, o nunca hayan reflexionado sobre el tema) con este dilema interno es porque odio este estado del mercado del arte, porque odio esa mercantilización, y esa cosificación a la que nos lleva el consumismo exacervado del mundo capitalista, a todas luces, donde estamos inmersos.
Pero no porque no quiera que nadie pueda poseer una obra de arte, o que exista, no, sino porque se ha llevado a extremos tan absurdos que da risa o miedo…
Pero a la vez que desapruebo hasta donde se llega en la compra-venta de obras de arte (normalmetne de autores consagrados y/o artistas en alza y que serán un “valor” seguro en el futuro mercado) y por tanto, muchas veces, la compra-venta del propio artista…, pues no puedo negar que si dejan entrar en esta feria al gentío…, a la plebe, al que estorba porque no compra (salvo su entrada, que ya es)…hay que aprovecharlo.
Porque se supone que entre todos esos pasillos de stands de grandes galerías (no en espacio muchas veces, sino en influencias y cifras) se puede ver dos cosas interesantes:
1. Muchas grandes obras que aun están en el mercado, de artistas consagrados (y desaparecidos) desde fines de siglo XIX hasta los 90. Algo que siempre olvidan los periodistas que cubren ARCO, sobre todo en sus portadas y titulares (porque hay que dar carnaza sobre lo snob y “malo” que es el horrible arte contemporáneo que “no hay dios que lo entienda”…claro, es lo más sencillo).
Obras expuestas que de otro modo, en un museo no vas a ver porque están en mano pri-va-das, ni te podrás ir a sus galería in situ, en Roma, París o New York, Berlín…etc., por obvias razones de diner-logística-tiempo…( Ojalá, pero en mi caso, pues no).
2. Porque puedes ver el panorama de lo que se está haciendo en este momento, o sea, el arte realmente Contemporáneo (sea llamado postmoderno, o de vanguardia,…etc.). Bueno, no todo lo que se está haciendo, por supuesto, pero si las últimas tendencias, o al menos (no nos engañemos tampoco) lo que gusta a los galeristas, marchantes, críticos y gurús y/o comisarios del momento. Y puedes ver las paredes de usar y tirar de las grandes galerías que no podrás visitar para ver y mirar, repito una vez más, no para comprar (…je).
En fin, y para resumir, es un lugar para observar, y disfrutar (incluso para encontrarte con antiguas amigas y amigos amantes de las artes), aunque me repugne el juego en el que está metida toda esa gran cantidad de obra estupenda (no toda, por supuesto, incluso quizás poca) contemporánea, y por tanto me sienta parte de ese juego al que no quiero jugar, ojo, ni aunque tuviera dinero para ello.
Porque no estoy en contra de pagar por una obra (no del todo al menos), pero no lo que se pide por una firma…
Recuerda que Otra forma de hacer y entender el Arte…es posible, porque OTRO MUNDO ES POSIBLE…
Así que recordad queridos/as amigas/os…
(tenía un dibujito muy mono para escanear y colgar aquí, pero…problemas informáticos me lo impiden, sorry)
El “valor” crítico de una obra artística (entiéndase artística por visual o plástica, y hoy día ya audiovisual también)…………………………………..NO ES IGUAL A $
El “valor” formal-estéticode una obra artística (entiéndase artística por visual o plástica, y hoy día ya audiovisual también)…………………………………..NO ES IGUAL A $
El “valor” subversivo (en su caso) de una obra artística (entiéndase artística por visual o plástica, y hoy día ya audiovisual también)…………………………………..NO ES IGUAL A $
UN ARTISTA (plastico o visual…etc) ………………………………………….NO ES IGUAL A ARCO
y
EL MUNDO DEL ARTE……………………………………………………………..NO SE RESUME EN LOS ARCO (y similares)
afortunadamente…
bsos