Estos días, hasta el 11 de Diciembre, podemos contemplar y disfrutar de la estupenda exposición (no disimulo para nada mi gusto por las fotografías que nos ofrece siempre Rafael) No es tiempo de magia, de Rafael Pérez Cortés, o como él firma, Rafael Perezcortés, en las salas del Centro de Arte Museo de Almería (el CAMA).
La exposición “supone la síntesis de un proceso creativo elaborado por el autor durante los últimos seis años. Por tanto, me parece obligado señalar en primer lugar que estamos ante una obra meditada y sólida no solo en la reflexión final, sino en la depurada técnica fotográfica y los valores poéticos que el autor ha sabido transmitir a cada una de las imágenes y objetos claves que integran esta exposición”.
Texto de Antonia Bocero, comisaria de la exposición No es tiempo de magia.
De dilatada carrera, en todo lo relacionado con la fotografía, dominando desde los aspectos más teóricos y académicos (y pedagógicos, como profesor de Fotografía de la Facultad de BBAA de la Universidad de Sevilla) a los más técnicos y artísticos, Rafael Perezcortés nos ofrece aquí un recorrido fotográfico que nos sorprende (como siempre) por su belleza táctil, evocándonos, por ejemplo, a un Sánchez Cotán (de bodegones austeros pero llenos de expresividad), con su rotundo b/n de un claroscurismo al estilo barroco, o llevándonos, también, al detalle extremo y a la híbrida contemporaneidad de un “marco digital” donde la imagen se procesa en continuo cambio.
Podríamos dividir la exposición, de montaje impecable y estupenda iluminación (por cierto, algo no siempre usual en muchas salas de exposición) en dos grandes bloques (incluso en tres, según se mire, si separamos la serie de fotografías simulando postales de impresión digital pigmentada): una, donde el tiempo puede paralizarse, y otra, donde el tiempo está en movimiento, o transcurre visiblemente (y donde Perezcortés introduce, por primera vez, una vídeo-instalación, a parte del marco digital). Con una gran cohesión temática y formal, en todas estas fotografías, Perezcortés nos cuenta, transmite, más bien, bastante más de lo que percibimos a simple vista.
Imagen de la vídeo-instalación.
Desde la primera imagen colgada, al comienzo de la primera sala, nos quedamos extasiados ante una fotografía de gran formato vertical…, una imagen con doble lectura o interpretación como poco, en b/n (como el resto de la expo), que nos atrae (y en este caso hablo en plural literalmente, porque a mi acompañante le pasó igual), nos hace pararnos y mirar…, mirar…, y disfrutar de la visión…, se nos presenta un caballete cubierto con un sencillo tejido blanco cuyos detalles hace pensar, también, en una especie de monje cartujo (es mi preferida); pero,… tal suposición es anecdótica realmente, porque la imagen está cargada de misterio y no necesita ser materializada en nada concreto, podría ser hasta una abstracción, una quimera…, sí, Rafael hace magia y transfigura cuerpo en objeto o a la inversa; ¿por qué no?, aunque no sea este, tiempo de magia. Y…, ¿cuántas fotografías pueden transmitirnos todo esto en un sólo vistazo hasta hacernos contemplarla, quietos, embobados, unos 10 minutos completos en plena inauguración?…
Pero bueno, siguiendo con el recorrido de la exposición, otras fotografías nos muestran, aparentemente siempre, como ya dije antes, una bolsa de papel quizás abandonada, unos sugestivos guantes de fregar que rodean una polaroid, o unas tazas de café que nos hablan de instantes que pueden ser frugales, pero también eternos, porque en todo momento hay juego en las fotografías de Perezcortés, intencionalidad, para saciar al intelecto, para hacer imaginar, para hacernos pensar, no sólo mirar tontamente o agradarnos el ojo…(no, para eso ya hay otras fotografías y todo un mundo de la imagen y el audiovisual ex profeso, más fácil, si, más comestible, pero de usar y tirar).
El universo de Rafael Perezcortés es especial, aun dentro del panorama y avalancha de imágenes que nos pretenden seducir desde el variopinto y rico campo fotográfico actual, y está más cercano a un Chema Madoz (aunque Rafael va más allá, a mi modo de ver, que este, en sus planteamientos metafóricos visuales) que a otro tipo de fotógrafos actuales, por su concepción de la fotografía, su narratividad cercana a lo poético, su impecable técnica, sus pulidos proyectos, sus series repletas de propuestas intelectuales y estéticas.
Perezcortés es un artista maduro, completo, con un propuesta seria, cargada de reflexiones y trabajo…, que merece saltar a la palestra nacional (y ¿por qué no? también a la internacional, algo que es solo cuestión de tiempo y ocasión, que no de méritos) como ya ha hecho como profesor, por ejemplo, en el Master de fotografía que ofrece PhotoEspaña.
Desde mi primera aproximación a su obra, cuando expuso en la Galería Acanto, con Stand by (2003), y escribí mi primer texto sobre él, han pasado años, pero la fotografía de Rafael sigue teniendo un contenido impactante sobre mí, sigue haciendo grandes propuestas, basándose en series cuya temática, la mayoría de las veces, versa sobre el acontecer o suceder del tiempo y la cotidianeidad de las cosas como simulacro de realidad, pero mirados con un humor soterrado y un entramado de ensoñación que va renovando, creciendo dentro de su propio ser, personal y original.
Tras su exposición In situ (en este blog referida), donde mostraba instantes más que inquietantes en el recién inaugurado Metro de Sevilla (2009), y donde nos hablaba de la suspensión y simultaneidad, del y en, el tiempo, o su exposición para Fotoencuentros, Las mil y un horas(2008), en Murcia (en Catedral Gallery) donde lugares, tiempo (de nuevo), y vida (en forma de insectos) se unían para transportarnos a Hiroshima, Chernobil, Pekín, No es tiempo de magia, nos invita, en palabras de la comisaria Antonia Bocero: a “cuestionar el transcurrir del tiempo”; en este caso, con objetos o detalles usuales, entre los que figuran elementos concretos que se repiten a lo largo de una serie de imágenes, y que preferimos no desvelar para quienes vayáis a ver la exposición.
Impresión digital pigmentada
Y para que conozcáis un poco mejor los entresijos de este artista, y como inauguré con el post dedicado a Jose Luis Puche con su obra Elixir per ser, aquí os dejo una entrevista-charla que Rafael ha tenido la estimable generosidad de contestar para este blog :
– Contigo, más que de obras por separado, es mejor hablar de Proyecto fotográfico o Series fotográficas, …de manera que ¿qué proyecto tienes en mente o entre manos ahora, tras No es tiempo de magia?, si es que lo hay…
En este momento tengo la intención de seguir profundizando en las líneas principales que he presentado en esta exposición, sobre todo en la utilización de la imagen fija y en la animación de parte de ella.
– Tú trabajas con la fotografía digital, pero, ¿añoras algo de la fotografía analógica? (aunque, personalmente, defiendo que la esencia y la base es idéntica, sólo cambia el medio; e incluso los procesos son similares, solo que se cambia lo líquido y químico, y la oscuridad real, por el ordenador…, pero el tiempo y los conocimientos que hay que dedicarles a una buena fotografía, es el mismo…).
Estoy de acuerdo contigo en que lo importante es tener la capacidad de crear una buena imagen y para eso se requiere una formación y conocimiento del lenguaje fotográfico. Con respecto a la añoranza del sistema analógico no la tengo, pienso que el sistema digital ha abierto más posibilidades a la creación y técnicamente es menos complejo necesitándose dedicar menos tiempo a los aspectos técnicos y de esa manera desarrollar los aspectos conceptuales de la imagen. No obstante, si es necesario partir del sistema analógico para captar una imagen no tengo ningún problema, para mi lo importante es dar la forma adecuada a cada idea.
– Para adentrarnos un poco en tu forma de trabajo, ¿tienes algún tipo de rito para comenzar con un trabajo, o un proceso artístico concreto para tus proyectos? (¿eres de los que se debaten entre intuición y dejarse llevar o de los que prefieren un proceso creativo concreto?…)
No tengo ningún ritual mágico en mi proceso creativo. En primer lugar, parto de una idea, algo que cuestionar que después se va ramificando y creando posibles diálogos y creando una estructura. Mis imágenes primero se generan mentalmente en este instante interviene lo contingente, objetos, espacios o personas que están ahí y tu no habías previsto junto con lecturas y visionados de cine o cualquier otro lenguaje que me pueda aportar soluciones.
En una segunda fase viene la materialización de la obra, es muy importante porque se sigue puliendo y acertar con la forma adecuada es el éxito o el fracaso de una buena imagen.
La tercera fase es elegir que parte de la obra se mantiene por si sola y en relación a las demás, en este momento es definitivo el espacio de exposición.
– ¿Cómo te “posicionas” ante tus obras?, ¿quieres transmitir, comunicar, simplemente expresarte?, ¿todo a la vez? ¿Dejas libertad total a quien la vea o prefieres que conozcan su “significado”? (dentro del típico debate: contenido de la obra abierto o cerrado, ser más críptico o explicar la obra lo mejor posible…etc.)
Creo que el arte debe cuestionar, transmitir y expresarte pero a su vez tiene que tener la capacidad de emocionar. Una obra no debe ser ni obvia ni demasiado críptica tiene que haber un equilibrio para que el espectador sea capaz de cerrar el círculo.
-Técnica, formatos, soportes, contenido, estética… ¿a qué le das más importancia en tu obra?
Como te comentaba anteriormente, el saber elegir la forma de la obra es decisivo para que pueda funcionar en su totalidad. Me preocupa la escala, el soporte y el espacio donde va ir ubicada. Todas estas variables influyen en la lectura final de la obra.
– ¿Cuál crees que es el “camino” actual de la fotografía en estos momentos? (aunque todo cambie mucho, supuestamente, en estos tiempos)…
Pueden que cambien los medios y a su vez se abrirán nuevas posibilidades creativas. En la Historia de la Fotografía ha sido siempre así, cada vez que ha surgido un adelanto tecnológico, el artista lo ha incorporado para seguir cuestionando y expresándose.
– Desde tu doble perspectiva de artista y de educador en fotografía, ¿cómo ves la fotografía, y a sus profesionales (en todos los campos), en el estado español?
Creo que en los últimos diez años se ha avanzado notablemente, la fotografía se ha incorporado a los nuevos planes de estudio de las Facultades de Bellas Artes como un lenguaje artístico más y existe una oferta más amplia en los postgrados junto con escuelas privadas, para mi el inconveniente principal es la condensación del tiempo vivimos en una sociedad hiperacelerada y todo necesita su tiempo de asimilación.
– Y, ¿cómo ves la educación de lo visual (fotografía, audiovisual, híbridos…) en general? En España, por ejemplo, dentro de los planes de enseñanza primaria y secundaria no existe tal materia (Me resulta paradójico que una sociedad en la que lo visual es dominante, la mayoría de la gente sea “analfabeta visual”, apenas se sabe analizar o hacer lectura de la Imagen en toda su extensión).
Pienso que es una estrategia clara del sistema para que la gente no sepa leer determinados mensajes visuales y sean más vulnerables.
– Para finalizar, ¿tienes algún proyecto soñado, que aun no hayas realizado, como fotógrafo o artista?
Seguir teniendo ganas de cuestionar y transmitir y poder hacerlas públicas.
Algunos enlaces para conocer un poco mejor su obra, mientras termina su inminente web personal:
Rafael Pérez Cortés CV
Labor en enseñanza de fotografía :
http://procesocruzado.com/capitulo-1%C3%9704-los-tiempos-estan-cambiando/#more-224 (podcast)
http://www.uem.es/postgrado/master-photoespana-en-fotografia-teorias-y-proyectos-artisticos/profesorado (PhotoEspaña)
http://personal.us.es/perezcortes/ (Universidad)
Exposiciones:
http://www.fotoencuentros.es/08/eventos/rafaelperez.php (Fotoencuentros)
http://www.arteylibros.es/noticia.aspx?not=495&id=4 (Acanto)
http://www.elalmeria.es/article/ocio/602445/am/gallery/participa/la/feria/arte/contemporaneo/vigo.html (AMGAllery en Vigo)
Entrevista para la revista Entérate, Nº9, 2007, Almería: Rafael Perezcortés: presente futurible, por Maribel Úbeda